Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber. Albert Einstein

viernes, 12 de noviembre de 2010

miércoles, 30 de junio de 2010

IMPACTANTES FOTOS DE RIO OPAMAYO CONTAMINADO


El 80 por ciento del río Opamayo fue contaminado con 21 mil 420 metros cúbicos de relave tras el colapso de un dique con dicho producto tóxico de propiedad de la empresa minera Caudalosa Chica, según la evaluación preliminar de daños realizada por las autoridades de Defensa Civil de Huancavelica. La contaminación del río, el cual desemboca en la localidad de Lircay, afectó a 892 personas del distrito huancavelicano de Huachocolca.
Producto de las grandes empresas que invierten en el PERU, después que saquean los recursos naturales dejan todo contaminado. El gobierno de EE.UU ha hecho que BP reserve 20 billones de dólares como fondo de compensación por el desastre en el Golfo de México. A ver si nuestro gobierno toma eso como antecedente.

domingo, 13 de junio de 2010

REGALAN RIO CHIRA A TRANSNACIONAL.

Dom,11 de Junio

(1) Hay un escandaloso favorecimiento a los negocios de la empresa petrolera Maple Energy. (2) Vegas Llona y ex ministro Ismael Benavides implicados en “obsequio”.

El extraordinario milagro de Maple es que se asegura agua (186 millones de metros cúbicos) sin poseer tierras.

ALGUNOS ACTORES DEL FRAUDE

* César Trelles, presidente de la región Piura por dos períodos, que dictó la ordenanza para asignar la reserva de agua para Maple.
* Martín León Trelles, asesor de César Trelles, hizo de vínculo entre el gobierno regional y nacional.
* Adolfo León, gerente de Maple, tío de Martín León Trelles.
* Enrique Salazar, intendente de recursos hídricos de Inrena, que aprueba solicitud de reserva de agua, y de ahí pasa a gerente general del proyecto Alto Piura.
* Jorge Montenegro, era ATDR (administración técnica del distrito de riego) en el Chira y actualmente hace lo mismo en Olmos. Favoreció a Maple.
* Juan José Salazar, ministro de Agricultura, sacó resolución declarando agotada el agua del Chira, dejándola en uso exclusivo de Maple.
* Ismael Benavides, ex ministro de Agricultura, prorrogó la reserva de agua y las tierras asignadas a Maple a pesar de haberse vencido los plazos sin inversión.

Complot de gobierno nacional y regional para que empresa de Estados Unidos monopolice el uso del agua de proyecto especial Chira-Piura, para la producción de etanol.

Una siniestra danza de más de 50 millones de dólares, un despojo en masa del acceso al agua para los productores de alimentos y otros productos del inmenso valle del Chira, en Piura, y un escandaloso favorecimiento a los negocios de la empresa petrolera Maple Energy de Estados Unidos, ahora metida en el negocio del etanol de caña de azúcar y con muy buenos amigos en el poder político, es más o menos el resumen de otra operación de corrupción en gran escala en la que intervienen asociadamente el gobierno nacional y el gobierno regional de Piura, dirigido por el aprista César Trelles.

Maple Energy de Estados Unidos inició operaciones en el Perú en el año 2001, a través de inversiones para la extracción de petróleo y Gas Natural en la selva central, constituyendo para ese efecto una filial peruana denominada Gas Corporation. En el año 2005 se constituye Maple Etanol, con la misma composición de inversores y un capital social de apenas 52 mil soles. En agosto del 2005, Maple Etanol comunica al gobierno regional de Piura, encabezado por el aprista Trelles, su interés en desarrollar un proyecto de sembrío de caña de azúcar en terrenos de propiedad del Proyecto Chira-Piura (Pechp), al amparo de la ley de promoción de inversión descentralizada (ley 28059).

En setiembre de 2005, Maple solicita a la Administración Técnica del Distrito de Riego ATDR Chira, la reserva de 186 millones de metros cúbicos de agua para 11,447 hectáreas, aunque a esa fecha la empresa no contaba con tierras sobre las márgenes del río Chira. En respuesta a esta solicitud, el 21 de febrero de 2006, el jefe de la ATDRCH, hace la insólita reserva de una enorme fuente de agua para un proyecto que aún no tenía tierras. En el documento del Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena) que sustenta la aprobación, se expresa que “procede la reserva de agua superficial solicitada…” y se otorga de oficio (sin haber sido pedidas), las aguas subterráneas.

El 27 de marzo, Maple Etanol hace entrega de una “iniciativa privada de inversión” para que se le adjudiquen 10,674 hectáreas en la margen izquierda del río Chira, y a pesar de que el área es más pequeña que la originalmente prevista, se mantiene la misma reserva de agua. El 5 de agosto de 2006 el presidente regional, César Trelles, emite la ordenanza regional 110-2006 que declara de interés público el desarrollo agrícola y agroindustrial de las tierras eriazas de la margen izquierda del río Chira de propiedad del Pechp, lo que se refiere exclusivamente a la solicitud planteada por Maple y a la reserva de agua ya aprobada. Para cualquiera era evidente que no se trataba de “tierras eriazas”, pues disponían de agua segura.

El 1 de setiembre de 2006 el caso sube al plano nacional e interviene el entonces ministro de Agricultura, Juan José Salazar, que logra sacar el DS 056-200-AG, otra norma con “nombre propio”, que reserva al más alto nivel las aguas superficiales y subterráneas desde la presa Sullana hasta la desembocadura del río Chira, por un plazo de dos años, hasta un volumen de 186 millones de metros cúbicos, refiriéndose exclusivamente a las tierras y a los volúmenes de agua negociados por Maple. El decreto supremo pro Maple no sólo reserva aguas superficiales (río), sino también las subterráneas a lo largo de todo el río.

El 5 de enero del 2007, Maple, con todo el negocio asegurado, suscribe una minuta de compra y venta de tierras del Pechp, en una extensión de 10,674 hectáreas, con un valor unitario por hectárea de 60 dólares. El 18 de mayo del mismo año, el ministro del Interior, Octavio Salazar, emite una resolución RM 380-2007-AG, por la cual se declaran agotados los recursos hídricos del río Chira, para el otorgamiento de nuevas licencias de uso de agua a terceros. Con esto se cerraba el círculo. Nadie, aparte de Maple, recibiría una gota de agua del río Chira, ni de las aguas subterráneas. El impacto sobre otras plantaciones del valle: uvas, papikra, mango, pimiento y otros proyectos de etanol es devastador por falta de agua.

El 23 de agosto de 2008, el ingeniero Ismael Benavides, entonces ministro de Agricultura, dicta una prórroga por su propia iniciativa de la reserva de agua a favor de Maple, luego de vencido el plazo de dos años y sin que hayan comenzado las inversiones.

Renta inmediata

Como queda claro, el extraordinario milagro de Maple es que se asegura agua (186 millones de metros cúbicos) sin poseer tierras. Pero no es el único hecho sobrenatural. Meses después, la empresa logra que le entreguen las tierras de la margen izquierda y que se declare, a nivel ministerial, que no habrá agua para los demás. Finalmente, Maple también consigue que otro ministro le prorrogue sus “derechos”, después de vencidos todos los plazos de la inversión.

Así, gracias a sus buenos amigos del gobierno regional aprista y del gobierno nacional aprista, Maple se hizo de 10,674 hectáreas con agua, a un costo total de 640 mil 440 dólares (a 60 dólares por hecárea), cuando el valor de la hectárea piurana con agua llega a los 5 mil dólares, lo que significa un valor de 53 millones 200 mil dólares por todo el área, y una ganancia inmediata de 46 millones 800 mil dólares para la empresa norteamericana.

¿Por qué tantas increíbles y más que sospechosas ventajas para una empresa petrolera que ha incursionado con poco éxito en actividades de exploración y explotación en la selva central? ¿De dónde tantas atenciones del poder a una empresa específica? La pregunta puede empezar a responderse identificando a algunos miembros del directorio peruano de la empresa yanqui.

Veamos: Rex W. Canon, presidente ejecutivo y también presidente de la matriz en Estados Unidos; Rafael Ferreyros Cannock, vicepresidente y gerente general; Tony Hines, funcionario estadounidense encargado de la planta de Aguaytía; Carlos Enrique Palacios, ex alto funcionario del Banco Wiese; Gianfranco Castagnola, gerente del Grupo Apoyo e integrante de numerosos directorios de empresas de los más variados rubros; Ricardo Vega Llona, ex jefe de Proinversión, Promex y otro organismos del Estado, ex presidente de la Confiep, amigo cercano del presidente García.

La información que dispone LA PRIMERA indica que Vega Llona ha sido fundamental para lograr articular contactos con miembros del gobierno y conseguir el trato privilegiado que ha sido detallado en esta nota. Todos los lunes, según esta versión, el empresario almuerza con el presidente Alan García y cada cierto tiempo sobrevuelan juntos las tierras piuranas donde crecerán los cultivos de caña para el gran negocio del etanol. En este caso, como en otros, se cumple el principio de que el gobierno crea las condiciones para beneficiar a sus amigos, con el mascarón de alguna empresa extranjera de medio pelo, para dar en concesión, por iniciativa privada o cualquier otra modalidad de traspaso, tierras, agua, recursos, derechos, para que se armen buenos negocios a costa del Estado.

Raúl Wiener
Unidad de Investigación

Pasión al desnudo

En su tratado sobre el alma, afirma Aristóteles que el hombre es el único ser viviente que ríe. Debió añadir que el hombre es el único animal que roba.
Puede que el zorro, el jabalí o el búfalo se coman lo que no es de su propiedad, pero lo hacen por estricta necesidad alimentaria y, además, no saben lo que es propiedad, ni han leído en Proudhon aquello de que la propiedad es un robo. En cambio, nuestros gobernantes y algunos de nuestros empresarios viven para llevarse lo que no es suyo, lo que es del país. Y lo hacen por codicia insaciable.
Alan García es el caso más notorio de enriquecimiento gracias al poder, con ayuda de testaferros. Nuestro diario denunció ayer el caso de una empresa, Maple Etanol, que obtuvo la reserva de 186 millones de metros cúbicos de agua para irrigar márgenes del río Chira en tierras que no poseía.
Algo más, en el momento de ese obsequio, la compañía Maple no existía aún.
¿Es una desgracia tener agua y no tener tierra? ¡Qué va! Todo tiene remedio, cuando hay padrinos, sobre todo apristas. Por algo el presidente del gobierno regional de Piura es el aprista César Trelles, quien, mediante ordenanza regional, declaró de interés público el desarrollo de las tierras eriazas de la margen izquierda del río Piura. Esto favorecía únicamente a Maple.
Como lo ha precisado Raúl Wiener, con un capital de 52 mil soles, los “empresarios” de Maple se hicieron de tierras que, contando con agua, ya no son eriazas y tienen ahora un valor superior a las 50 millones de dólares.
En el faenón están incursos Ricardo Vega Llona, ex presidente de Pro inversión y de Confiep, e Ismael Benavides, ex ministro de Agricultura. Ambos son modelo de personas que fungen de empresarios, y que saben cómo enriquecerse sin invertir dinero de sus bolsillos. Son hombres muy familiarizados con préstamos y créditos.
El presidente Alan García no es ajeno al interés de Maple. Se sabe que suele ir en helicóptero a contemplar esas tierras que pronto darán fruto. Sobre todo si para ello se obtiene, con aval del Estado, un préstamo de 120 millones de dólares que se gestionan ante entidades financieras como el Banco Interamericano de Desarrollo.
Sería un crimen que se les concediera esa suma, y crimen mayor sería que el Estado, es decir, los ciudadanos de a pie, pagara por ese asalto. Para evitarlo se requiere una investigación a fondo del Congreso.
No debe repetirse la hazaña de Fabiola Morales, congresista de Solidaridad Nacional y ex presidenta de la Comisión de Agricultura, que le echó tierra (y agua) a la denuncia.


Por: César Lévano

sábado, 24 de abril de 2010

SISTEMA DE RIEGO - REPRESA VILCAZAN

Sistema de Riego. El que se debe tecnificar es el regador

Jueves, Marzo 18th, 2010

Diario El Tiempo – Piura.

Para quienes sostienen que el sistema de riego tecnificado es la panacea, Noel Pallais Checa sale al frente, y sostiene que el sistema no hace la eficiencia, sino el hombre, quien debe regar aplicando una serie de variables, que son propias de cada cultivo y de cada zona. No es posible, sostiene, aplicar la tecnología de California en Piura, porque las condiciones son distintas. Agrega que quien tiene que tecnificarse es el hombre.

En los últimos días se ha hablado del tema de que el riego tecnificado ahorra agua y evita la salinización de los suelos. Muchos de los agricultores piuranos buscan modernizar su agricultura incorporando el riego por goteo o por aspersión. Noel Pallais, sostiene que esto está equivocado. Es un error pensar que el riego tecnificado ahorra agua y evita la salinización, sostiene categóricamente.

Explica, que si el sistema de riego tecnificado ahorra agua, porque cultivos como los de caña de azúcar incorporados recientemente en el valle del Chira, usan hasta 18 mil metros cúbicos por hectárea. Si ahorra, el sistema el 60%, como afirman, por qué no usan sólo el 40%.

En este sentido, Alberto Saénz de la Asociación de Productores con Riego Tecnificado, indicó que los cultivos de caña requieren hasta 23 mil metros cúbicos en riego por gravedad. Actualmente, con riego por goteo se usa un promedio de 15 mil metros cúbicos por hectárea.

Pallais, agrega que los antiguos peruanos regaron por gravedad y no se equivocaron en el sistema, porque sabían hacerlo. Ellos hacían un pase rápido como de una ola con fuerza y luego cerraban la compuerta. “El agua la ahorra la persona, que decide cuando regar y cuándo no”. Todos los sistemas pueden ser eficientes si se sabe regar.

Regar, afirma, no es echar agua al cultivo. Es necesario tener en cuenta una serie de variables, como los vientos, la evaporación, la temperatura, el tamaño de la planta, la presión atmosférica, la radiación solar, entre otros. Cuando todos estos elementos se han analizado, se puede conocer la cantidad de agua a aplicar. Y eso no lo hace una computadora, ni apretando un botón. Esas mediciones tienen que ser diarias.

Y asegurará el riego de 32 mil más

Represa de Vilcazán incorporará 13 mil ha.

Construir la represa de Vilcazán mejorará el riego de las 33 mil hectáreas actuales e incorporará trece mil que por deficiencias de agua no se riegan, además se incorporará al sistema regulado el sector de Paimas, Chipillico y Totoral, que suman unas dos mil 500 hectáreas.

Según explicó el presidente de la Junta de Usuarios de San Lorenzo, Tito Flores Merino, el Estado no invertirá nada en la construcción de esta obra que ha sido anhelada por los piuranos desde hace muchos años.

En primer lugar, la construcción del reservorio con capacidad para cien millones de metros cúbicos permitirá regular el riego de Paimas, Totoral y Chipillico que actualmente toman el agua del canal Quiroz, del río Chipillico y del río Quiroz. Estas áreas que, si bien pagan su tarifa de agua, no son reguladas. Con Vilcazán, esto podrá ejecutarse.

Otro de los beneficios es que los productores de San Lorenzo podrán trabajar sin zozobra, puesto que tendrán un reservorio satélite que aportará al de San Lorenzo. Se estima que la masa que podrá aprovecharse será de 230 MMC al año, de un total de 729 que tiene el río Quiroz y de los cuales el reservorio San Lorenzo capta 490 MMC.

Negociación

Tito Flores, explicó que si bien ya se firmó el convenio marco para empezar con los estudios de la construcción de la presa y de la hidroeléctrica, la negociación para el uso del agua vendrá después. Por lo pronto, ha quedado claro que será la Junta de Usuarios de San Lorenzo la que dispondrá del agua para el riego y será quien cobre la tarifa, tal y como se ha venido haciendo. Lo que debe quedar claro es el uso del agua para las horas punta en las mini centrales que se piensan instalar, como es el caso de Yuscay, Tambogrande, Culqui, entre otras.

No afectará al río Quiroz.

La construcción de la presa Vilcazán no afectará el caudal disponible en el río Quiroz, por lo cual los productores de Paimas, que no riegan con el canal Quiroz, así como los de Santa Ana del Quiroz y Jambur, no se deben preocupar. La idea, de la construcción de la presa, es acumular el agua en la época de avenidas y regularla en la época de estiaje. Esto tampoco afectará a la hidroeléctrica de Samba, de propiedad de Electroperú.

Condiciones del contrato.

De acuerdo al contrato, la concesión incluye todos los derechos necesarios y suficientes para el desarrollo y explotación de la misma, incluyendo lo relativo al derecho de uso y explotación de aguas, para la generación y venta de energía, derecho de servidumbre, libre paso para lograr la distribución del agua y la energía.

El contrato sostiene también que basado en la captación y caída de agua y embalse de la planta hidroeléctrica, se usará la disponibilidad que permita el proyecto hidroeléctrico para abastecer agua vía canales de riego a la zona agrícola.

lunes, 15 de marzo de 2010

MACHU PICCHU INGENIERIA Y ARQUITECTURA

Aunque los Incas no tuvieron un lenguaje escrito, los bien preservados restos de Machu Picchu muestran un avanzado conocimiento de planificación urbana, hidrología, hidráulica, drenaje y métodos de construcción duradera.
La planificación técnica de Machu Picchu, es con seguridad, la clave de la durabilidad y de la funcionalidad del lugar.

Científicos, ingenieros, así como no expertos, continúan maravillándose ante el prodigio que representa Machu Picchu. Su mística se encuentra en sus detalles: la hidrología del abastecimiento de agua, la hidráulica del canal y de las fuentes, y la combinación del trabajo del hombre con la desafiante topografía natural y el medio ambiente que los ingenieros civiles debieron afrontar.

Las terrazas agrícolas de Machu Picchu permitieron disponer de ricos suelos de cultivo en lugares normalmente inadecuados por su acentuada pendiente. Las terrazas no solamente proporcionaron superficies planas de suelo para la producción de alimentos, sino también dieron protección contra la erosión y los deslizamientos de tierra que son comunes en el área, y ayudaron al Inca a demostrar su dominio sobre la tierra.

Los ingenieros civiles incaicos construyeron tan bien las paredes de las terrazas que, después de cuatro siglos, estaban casi intactas cuando fue descubierto. Las terrazas no fueron construidas solamente para la agricultura, sino para crear un lugar agradable armonizando las laderas y las cumbres, como si se colocara un guante bien confeccionado en una mano rugosa.


MARAVILLA DE LA INGENIERIA

Fuente: Traducido y adaptado de: "MACHU PICCHU: A CIVIL ENGINEERING MARVEL". Publicado en CIVIL ENGINEERING MAGAZINE. January 2001


Unas fotografías sobre Machu Picchu que observó el ingeniero hidráulico norteamericano Ken Wright, tomadas por su esposa durante un viaje a Perú en 1974, y los comentarios de ésta en relación a las fuentes y otras estructuras que los incas habían construido para la administración del agua, le sirvieron de motivación para visitar las famosas ruinas precolombinas y decidirse a hacer una investigación de campo sobre el tema.

Pasaron sin embargo 20 años antes que el gobierno del Perú diera su consentimiento para iniciar la investigación en Machu Picchu. Desde 1994 y durante los siguientes seis años él y su equipo visitaron la zona de una a tres veces cada año, mientras trabajaba tiempo completo para su propia compañía, WRIGHT WATER ENGINEERS.

Durante los años de trabajó en Perú, Wright colaboró estrechamente con Alfredo Valencia Zegarra, un arqueólogo peruano que ha estudiado Machu Picchu durante gran parte de su vida profesional. En el año 2000 ambos publicaron el libro Machu Picchu: una Maravilla de la Ingeniería Civil, obra de cuyo contenido se toman a continuación algunos párrafos.

"La Ciudad de Machu Picchu, una vez estado real del poderoso imperio inca, estuvo oculta en las montañas del Perú hasta 1911, cuando Hiran Bingham, un profesor de Historia de la Universidad de Yale, descubrió sus ruinas. Desde entonces, se ha convertido en el más importante centro arqueológico de Sur América.

En 1450 los incas llegaron a este sitio, una cumbre montañosa de 2,440 metros de altura en la cordillera de los Andes, con un propósito en mente: construir un estado para su emperador Pachacútec. Ellos tenían "el sitio perfecto", anota Wright, pero su conveniencia habría sido evidente solo para un ingeniero experimentado. Las pendientes eran muy pronunciadas y escarpadas. ¿Cómo prevendrían que las construcciones no se vinieran falda abajo en medio de fuertes lluvias?. ¿Cómo harían para tener acceso a agua potable y de qué fuente provendría esta?" La investigación de Wright reveló, como es obvio, que debían de haber planificado minuciosamente la ciudad antes de construirla. Primero, los ingenieros incas tuvieron que determinar la ubicación exacta de la fuente y si satisfacía anticipadamente las necesidades de la población. El equipo de Wright descubrió que la fuente, en una escarpada loma de la montaña hacia el norte de Machu Picchu, es alimentada por una cuenca hidrográfica tributaria de 16.3 hectáreas. Después de dirigir una evaluación del flujo de entrada y de salida, el equipo también concluyó que la fuente se abastecía del drenaje de una cuenca hidrogeológica mucho más grande.

Los incas aumentaron la producción de la fuente construyendo un sistema de recolección de agua de manantial en la ladera del cerro. El sistema consiste de un muro de piedra de 14.6 metros de largo con una altura máxima de 1.4 metros. El agua de manantial se resume a través del muro y penetra a la trinchera rectangular de piedra de unos 80 cm de ancho. El agua de un manantial secundario entra al canal a unos 80 metros al oeste del manantial primario. Los incas también construyeron una terraza de 1.5 a 2.0 metros de ancho para permitir el fácil acceso de las labores de operación y mantenimiento. La condición del manantial lo sorprendió. "Los trabajos de la fuente o manantial todavía estaban intactos, funcionando y produciendo agua después de tantos siglos de abandono", señala Wright.

Sin embargo, antes que la ciudad pudiera ser construida, los ingenieros incas tuvieron que planificar como llevar el agua desde la fuente, que está a una altura de 2.458 metros hasta el lugar propuesto. Decidieron construir un canal de 749 metros de largo con una pendiente de un 3 por ciento. Dentro de los muros de la ciudad el agua se haría accesible a través de una serie de 16 fuentes, la primera de las cuales estaría reservada para el emperador. Es así que el diseño del canal, dice Wright, determinó la ubicación de la residencia del emperador y la planificación o distribución de toda la ciudad de Machu Picchu.

Los incas construyeron el canal de suministro de agua con un grado de relativa estabilidad, dependiendo del flujo por gravedad para llevar el agua desde el manantial hasta el centro de la ciudad. Utilizaron piedras cortadas para construir un canal con un rango típico de 10 a 16 centímetros de profundidad y de 10 a 12 centímetros de ancho en el fondo. El equipo de Wright concluyó que la capacidad del diseño nominal del canal era de unos 300 litros por minuto, más de dos veces la producción típica de 25 a 150 litros por minuto de las fuentes primaria y secundaria.

El canal desciende por la ladera de la montaña, penetra los muros de la ciudad, pasa a través del sector agrícola, luego cruza un muro interior e ingresa al sector urbano, donde alimenta una serie de 16 fuentes conocidas como la Escalera de las Fuentes. Las fuentes son públicamente accesibles y están parcialmente encerradas por muros de aproximadamente 1.2 metros de altura, excepto por la fuente más baja, que es una fuente privada para el Templo del Cóndor y tiene muros más altos. En la cabecera de cada fuente, un conducto de piedra cortada lleva el agua a un surtidor rectangular, al cual se le ha dado una forma tal para crear un chorro de agua apropiado para llenar un aryballo, típico cántaro de arcilla utilizado por los incas para recoger y transportar agua. El agua se recoge en una pileta de piedra en el suelo de la montaña. Luego ingresa a un desagüadero circular que la entrega a un canal de acceso para la próxima fuente.

Wright y su equipo estudiaron las fuentes en detalle, dirigiendo las pruebas de flujo hidráulico, midiendo los canales y las salidas. Concluyeron que los incas diseñaron las fuentes para operar óptimamente con un flujo de unos 25 litros por minuto, pero las fuentes operarían con flujos tan bajos como de 10 litros por minuto y podían manejar un flujo máximo de 100 litros por minuto. El equipo encontró puntos de control de agua en dos lugares a lo largo del canal, donde el exceso de agua se habría derramado sobre las terrazas de cultivos o dentro del desagüe principal de Machu Picchu, antes de llegar a las fuentes.

El estudio de Wright sobre la hidrología y la ingeniería hidráulica de Machu Picchu lo condujo a concluir que los incas entendían la importancia del agua potable. El sistema de drenaje superficial generalmente dirigía el agua de escorrentía, tanto agrícola como urbana, lejos del canal de suministro de agua. Wright también tomó nota que los incas aparentemente no utilizaban el agua para bañarse. El emperador, por ejemplo, tenía un cuarto de baño con un desagüe separado. Por lo tanto el agua utilizada para bañarse no volvía a ingresar al suministro de agua.

En 1998 el equipo de Wright descubrió otra serie de fuentes que antes no se conocían en el lado oriental del cerro, cuesta abajo de Machu Picchu. Estas fuentes recibían su agua no del canal, sino del drenaje de aguas de la napa freáticas interceptada. Mientras que aquí no eran necesarios los elaborados trabajos de la fuente, Wright dice, "los incas habrían tenido que identificar los lugares de flujo de aguas freáticas en tiempo de sequía y concentrar este flujo para utilizarlo en las fuentes". Adyacente a algunas de las fuentes, un camino importante que también descubrió el equipo investigador, conectaba a Machu Picchu con el río Urubamba, en el valle , en medio de la densa vegetación. El equipo restauró el fluido del agua hacia la segunda serie de fuentes, probablemente por primera vez en 450 años.

¿Qué tan exitosos fueron los incas en la planificación de su abastecimiento de agua? Los observadores han adelantado varias teorías para explicar el porqué los incas abandonaron Machu Picchu. Algunos sugirieron que una escasez de agua forzó a los incas a salir. Wright dice que su investigación descarta esta teoría.

Un análisis hidrológico demostró que la producción de la fuente primaria estaba relacionada con la cantidad de lluvia caída. Para determinar los niveles de precipitación durante el tiempo que los incas ocuparon Machu Picchu, desde 1450 hasta aproximadamente 1540, Wright analizó datos del núcleo del hielo de un glaciar que se encuentra a 250 km. al suroeste. El análisis sugirió que Machu Picchu recibió cerca de 2,000 mm de lluvia anualmente, y que en la última década de ocupación la precipitación realmente aumentó.

Wright determinó que un flujo de 10 litros por minuto para las fuentes durante los meses secos, habría sido suficiente para satisfacer las necesidades de la población, que se estima haber variado de 300 a 1.000 personas cuando el emperador estaba en la residencia. En el invierno de un año seco, dice Wrihgt, los incas pudieron haber experimentado una escasez temporal de agua. Pero su descubrimiento del camino que conduce al río Urubamba parecía confirmar que los incas habrían utilizado el río como una fuente secundaria de agua. Por consiguiente, Wright concluyó que una escasez de agua no era la explicación del abandono de Machu Picchu.